Talavera es un lugar de gran belleza y con mucha historia, el único pero es que no está conservada como se debería, pero parece que en los últimos años se están haciendo esfuerzos por atraer al turismo. En cualquier caso, merece la pena dar un paseo por su casco histórico y visitar los jardines del prado y la basílica.
El puente romano es una maravilla de ingeniería, su diseño y fortaleza han permitido su permanencia en el tiempo. El casco antiguo se ha conservado en gran parte y se recomienda visitar el museo de la cerámica.
Un paseo muy agradable en un entorno histórico del cual queda mucho por recuperar.
Una pena las políticas pasadas que no nos permite disfrutar como deberíamos a día de hoy de una de las ciudades con más historia de nuestro país. Pasea la ciudad, descubre la muralla intermitente y una historia en cada rincón.
Comillas es uno de esos lugares a donde nos gusta ir siempre que tenemos oportunidad. Es Conocido por el capricho de Gaudí, una de sus primeras obras arquitectónicas, pero tiene mucho mas que ver. El palacio de Sobellano, su universidad, el cementerio con vistas al mar y su playa, ideal para pasar unos días de descanso. Y la gastronomía cántabra!! Esos sobaos, quesadas.. buen pescado y buena carne. Comillas vale para pasar el día, un puente o unas vacaciones de verano.
Bellísimo el pueblo de Cantabria, llovía a mares pero solo teníamos un día para verlo y aunque nos pusimos empapados disfrutamos mucho de sus calles y su belleza.
Un lugar con todo el encanto colonial en Tenerife que vale la pena visitar…..en los 7 días que estuve repetí tres veces.
Imperdible en una visita a Tenerife. La ciudad conserva su estilo colonial, al igual que sus iglesias y mansiones. Es fácil llegar en el tranvía que sube desde Tenerife. Buenos restaurantes y cafés.
Había visitado Tenerife muchas veces disfrutando de sus paisajes y playas pero nunca había ido a La Laguna. Me siento culpable por no haberlo hecho antes porque verdaderamente es un tesoro Patrimonio de la Humanidad que si visitas la isla no te deberías perder. Pasear por sus calles coloniales y admirar sus preciosos edificios es todo un gustazo. No lo dejes.
En la parte más alta de la ciudad, entre la plaza del Ayuntamiento y un mirador sobre el río Queiles, merece la pena callejear por la antigua Judería, admirar las Casas Colgadas y luego las vistas de la otra orilla. En verano, además, esta ruta garantiza una agradable sombra.
Callejuelas estrechas e irregulares, muy medieval, con las impresionantes casas colgantes, construidas sobre peñascos.
Nos encanta Mojacar. Es el segundo verano que vamos y aún nos quedan por descubrir muchas cosas. Hay una gran oferta en tiendas y restauración, pero respetando siempre el entorno pintoresco de este pueblo medieval. Recorrer sus calles, visitar tiendas, subir a los moradores y degustar sus platos típicos es todo un placer para los sentidos. Importante llevar calzado cómodo por sus empinadas cuestas y calles adoquinadas. Merece la pena perderse por sus calles y fijarse en los pequeños detalles. Precioso.
Es muy chiquitito pero es muy especial. Tienen muchas callejuelas pintorescas por las que perderte con detalles que observar en cada esquina. Además, tiene muchas tiendecitas lindas. El aparcamiento es complicado, lo mejor es ir temprano o aparcar abajo del pueblo y subir andando. Es perfecto para ir a pasar el día. Si vas con perros pequeños, con niños/bebés, con personas muy mayores o de movilidad reducida ten cuidado, hay calles muy empinadas y empedradas y puede resultar peligroso y complicado.