Tito Livio, a propósito de Quinto Fulvio Flaco, quien en 181 a. C. hubo de hacer frente a una coalición de pueblos de la región, y Plinio el Viejo (Nh., 4.118) mencionando el gentilicio de sus habitantes, se refieren a Caesarobriga, ciudad estipendiaria de la Lusitania. De la raigambre prerromana sugerida por el sufijo céltico en -briga se conoce poco. Se sabe que fuentes medievales árabes citan el lugar de Talabira —que corresponde a un topónimo también de raíz céltica, del tipo de Talabara o de Talabriga, asociable además al nombre de una Ebora que está por la misma zona que aparece en una descripción geográfica de la mitad del siglo X y en las crónicas antiguas se nombra en 713, momento de la expansión y conquista árabe de la península ibérica. En el Cronicón Emilianense, del año 883, aparece Talabayra, antigua sede episcopal dentro de la provincia de Lusitania.16 En el libro Descripción de España de Xerif Aledris, en 1153, se nombra Talbira.
La etimología del topónimo es confusa y, por consiguiente, objeto de especulaciones e hipótesis. Existen diversas teorías sobre la procedencia del nombre de la población. Según algunos, el vocablo Talavera se compone de Tala —pueblo— y Libura, ciudad carpetana mencionada por Ptolomeo que posteriormente se cita como Talabura.23 Otros afirman que es la unión de Tala —ciudad— con Vera, comarca vecina del noreste de Cáceres al pie de la sierra de Gredos. La argumentación más plausible es la que se refiere al río Tajo, situando el nombre de Talavera como primitivo hidrónimo. Aunque hay distintas propuestas etimológicas, todo señala a que Talavera tenga su étimo en el antiguo topónimo prerromano Talabara, que se puede interpretar como «frente a, junto a Bara». Ese Bara quizás sea en origen el nombre del río, que denomina a la población por la que pasa. Los topónimos con las formas Tala o sus derivados son primariamente hidrónimos por tres razones: la alta proporción de ocasiones en que efectivamente lo son, la frecuencia con que los otros están a orillas de cursos fluviales —sería el caso— y además porque los sufijos utilizados en esas palabras son característicos de la hidronimia paleoeuropea. Así, E. Bascuas ha interpretado este topónimo como derivado de la base paleoeuropea *tal-, derivada de la raíz hidronímica indoeuropea *tā- «derretirse, fluir».
En cuanto al distintivo «de la Reina», este data de la Edad Media, tras la concesión en 1328 de la ciudad por parte del rey Alfonso XI a su consorte María de Portugal como regalo de boda.
Prehistoria y protohistoria. La vega del Tajo ha propiciado desde la prehistoria un continuo asentamiento de diversas culturas. Se conservan restos paleolíticos, neolíticos y calcolíticos en varios puntos de su área —dolmen de Navalcán, dolmen de Azután, dolmen de La Estrella—. La vertiente norte del valle del Tajo, conocida como Tajonar, con su característico relieve escalonado de terrazas aluviales cuaternarias sobre materiales graníticos paleozoicos, seguramente acoge las primeras poblaciones prehistóricas.
Aunque escapa a todo estudio posible y no existen documentos escritos anteriores a la dominación romana, uno de esos primitivos asentamientos humanos y ulterior origen de la actual ciudad, posiblemente sea un castro vetón, raíz urbana y de su organización del territorio en que se halla, situado en la zona cercana al horcajo que forman el arroyo de La Portiña y el río. Se han localizado numerosas esculturas zoomorfas que forman parte de la cultura de este pueblo prerromano de la Edad del Hierro, del que en la actualidad se encuentran catalogados cuarenta y dos verracos en toda la comarca de Talavera.
La delimitación del territorio habitado por los vetones y el de los carpetanos es problemática. En función de los hallazgos de verracos de piedra —una muestra distintiva pero no exclusiva del arte del pueblo vetón—, la antigua Talavera queda dentro de la zona habitada por los vetones. Se halla en un terreno fronterizo entre ambos pueblos, un punto de gran dinamismo de las culturas del Bronce Final o el Hierro, y constituye la ciudad más oriental de éstos en la actual provincia de Toledo en el momento de la conquista romana, estableciéndose el límite occidental de la presencia carpetana entre las ciudades de Toletum —Toledo— y Caesarobriga —Talavera—. Dentro de los vestigios de la protohistoria vetona corresponde citar, entre otros, el verraco incrustado en el Torreón o Torre del Polvorín, que se conoce como la Cabeza del Moro, el de la finca La Alcoba143 y el de Talavera la Nueva.
Historia antigua. Centro urbano que se perpetúa durante el Imperio romano con el nombre de Caesarobriga —su fundación romana no ha de tenerse por contradictoria con que sus raíces sean anteriores—, se consolida en época flavia en el marco de la municipalización general de Hispania adquiriendo estatuto municipal19 y en 182 a. C. pasa a formar parte de la provincia de Lusitania como ciudad estipendiaria y capital del Convento Jurídico de Augusta Emérita. Es el centro económico y político de la comarca a la que pertenece, además de punto nodal estratégico en las comunicaciones entre el centro de la Meseta —la Carpetania— y el occidente peninsular —la Lusitania o, más próxima y exactamente, la Vettonia— a través del paso del Tajo. De la ciudad romana se conoce poco, por las transformaciones urbanísticas medievales y posteriores. Los romanos saben explotar su gran valor ecológico y agrícola dotándola de cultivos como la vid y el cereal, se desarrolla como centro de mercados e intercambios comerciales, acuña moneda propia y cuenta con un alfar de terra sigillata, un foro —del que se han hallado restos en la plaza del Pan—. templos, anfiteatro y circo.
Historia medieval. Con la llegada de los visigodos el cristianismo se establece en Talavera. En 602 Liuva II regala a la villa la estatua de la Virgen del Prado, transformando la celebración pagana de la diosa Ceres en la fiesta primaveral de las Mondas, dedicada a la patrona. Los musulmanes llegan en 712 y proporcionan a la ciudad una muralla, el alcázar de Abderramán III, regadíos, fuentes y molinos de agua. Talabira, sin dejar de cultivar cereales y vid, sigue con su tradición comercial y comienza a afianzarse la tradición alfarera, principalmente por judíos, que conviven con musulmanes y cristianos. El primer gobernante conocido de Talavera en la época musulmana fue Amrus ben Yusuf quien protagonizó la famosa jornada del foso, cuando tropas talaveranas ejecutaron a nobles toledanos en el Alcázar de Toledo. Talavera tuvo su propio pero efímero reino de taifas de cuyo rey sabemos que se llamó Jazmín Hiaya. Talavera fue reconquistada por el rey Alfonso VI de León en el año 1083. La superficie del concejo medieval llegó a superar los 4000 km².
En el contexto del avance almorávide en la península ibérica entre finales del siglo XI y principios del siglo XII, la ciudad pasa temporalmente a manos de los musulmanes en el año 1109 —no retorna a territorio cristiano hasta por lo menos 1113—; esta circunstancia constituye en su momento una amenaza para el control cristiano de la ciudad de Toledo.
Sancho IV otorga a la villa el privilegio de la organización de dos ferias agrícolas al año, esto deriva en lo que hoy son las ferias de San Isidro en mayo y San Mateo en septiembre. El 24 de junio de 1328, Alfonso XI se casa con su prima hermana María de Portugal. Entre los regalos que le hace a la reina se encuentra la ciudad de Talavera, a partir de esa fecha toma el nombre de Talavera de la Reina. La Reina María ordenó encarcelar a la amante del rey Leonor de Guzmán en el alcázar de Talavera, donde murió ejecutada en 1351. Leonor de Guzmán fue la madre del primer monarca de la Casa de Trastámara, Enrique II de Castilla; este último cedió la ciudad al arzobispo de Toledo, Gómez Manrique, el 25 de junio de 1369. En el siglo XIV el alfoz talaverano comprendía un territorio delimitado septentrionalmente por los montes al norte de la ciudad y del Tajo y meridionalmente por los límite de la Tierra de Castilblanco y Valdecaballeros.
Historia moderna. Durante los siglos XV y XVI, Talavera alcanzó gran fama gracias a su cerámica, pruebas de ello se encuentran en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, la catedral vieja de Salamanca (siglo XIII) o la iglesia del monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas en Burgos (siglo XIII).
Talavera y sus hijos ilustres como Francisco de Aguirre, Juan de Orellana o Jofré de Loaisa participaron activamente en la conquista de América. Otros talaveranos influyentes fueron fray Hernando de Talavera, confesor de Isabel la Católica, el almirante Francisco Verdugo por sus gestas en Flandes, y el músico Francisco de Peñalosa.
Hechos importantes fueron la otorgación a Guadalupe de carta de jurisdicción y el asentamiento del gran alfoz de Talavera, conocido como Antiguas Tierras de Talavera que abarcaba en 1455 los territorios que iban desde Castilblanco, Guadalupe, Alía y el Valle del Ibor en Extremadura hasta el norte de Toledo. Hoy día la influencia talaverana es aún sensible en todos esos territorios.
A comienzos del siglo XVI se publicó la más importante obra de teatro de la literatura castellana, La Tragicomedia de Calixto y Melibea o La Celestina, escrita por el vecino y alcalde ordinario de Talavera —desde el 14 de junio de 1508 hasta la fecha de su muerte, 5 de abril de 1541— Fernando de Rojas, nacido en La Puebla de Montalbán.
Durante el siglo XVII la ciudad vivió una época de oro cultural que dio comienzo con el padre de la Historia española, Juan de Mariana, que con sus estudios políticos influyó notablemente y se adelantó a las tesis de la Revolución francesa. Pero fue a partir del año 1750 cuando esta localidad alcanzó su pleno apogeo, con la llegada a la ciudad de las Reales Fábricas de Seda, en las que había empleados más de 4000 trabajadores, y que funcionaron durante aproximadamente un siglo.
Historia contemporánea. La guerra de la Independencia tuvo grandes consecuencias sobre Talavera, el 27 y 28 de julio de 1809 comenzó la batalla de Talavera entre tropas angloespañolas y francesas, sobre el Cerro de Medellín, al norte de la ciudad. Al final las tropas al mando del general Arthur Wellesley, Duque de Wellington, lograron expulsar a los franceses al otro lado del río Alberche.
En 1833 se estableció por parte de Javier de Burgos, la división territorial de España por provincias. Talavera, depauperada a causa de la guerra, perdió la oportunidad de convertirse en una provincia y sus tierras fueron divididas entre varias provincias actuales. El área más grande pasó a pertenecer a la provincia de Toledo, si bien el sentimiento comarcal era amplio en sus antiguas tierras.
Durante el siglo XIX aparecieron grandes maestros artesanos ceramistas en la localidad, con lo que se recuperó la tradición alfarera, y la llegada del ferrocarril a finales de siglo, supuso un avance impresionante, pues fue de las primeras ciudades españolas en contar con una estación ferroviaria y experimentó a partir de entonces un aumento de población, procedente sobre todo de los municipios de los alrededores, convirtiéndose en una de las localidades más pobladas del centro de la península. En 1876, gracias a la llegada del ferrocarril, el rey Alfonso XII le concedió a la entonces villa de Talavera el título de ciudad.
En el siglo XX la población siguió aumentando y por ello fue necesario proceder a la ampliación de la ciudad, con barrios de nueva creación. Talavera fue ganando prestigio como centro comercial importante de la zona centro.
También apareció un ceramista muy conocido, Juan Ruiz de Luna, en cuyo honor hoy existe el Museo de Cerámica Juan Ruiz de Luna. La obra de este alfarero puede verse en la basílica de Nuestra Señora del Prado, en la plaza del Pan, y en la fuente de rana del Colegio Juan Ramón Jiménez.
Durante la II República la ciudad vio surgir aunque solo fuera en planos la posibilidad de convertir una zona hasta ahora de secano en una zona de regadío.
Talavera de la Reina permaneció fiel a la República al producirse el golpe de Estado del 18 de julio de 1936; su nombre cambió al de Talavera del Tajo.160 Durante ese periodo se produjo una represión contra religiosos y partidarios del ejército sublevado. El 1 de septiembre de 1936 la aviación franquista bombardeó el popular barrio de Puerta de Cuartos, y causó algunos muertos e importantes destrozos. El 3 de septiembre las tropas rebeldes entraron en Talavera al mando del teniente coronel Yagüe y el comandante Castejón, quienes continuaron con la represión en este caso contra el bando derrotado. La ciudad sufrió también varios bombardeos de la aviación republicana, en julio de 1937 y marzo de 1938.
Durante el franquismo se recuperó el proyecto republicano de convertir en regadíos la zona de Talavera; para ello se creó el Canal Bajo del Alberche y se fundaron nuevos pueblos: Talavera la Nueva y Alberche del Caudillo. Esto desencadenó una explosión demográfica. La población comenzó a crecer con gentes venidas de todos los pueblos de la provincia, el sur de Ávila y el este de Cáceres. A finales de la dictadura, la población era aproximadamente de 55 000 habitantes, superando en número a la de Toledo.
La restauración democrática se inició en Talavera con las primeras elecciones municipales, que dieron la victoria a Jesús García de Castro, cuyo legado más destacado fue su reivindicación de crear la provincia de Talavera, debido a su singularidad dentro de Toledo y a la necesidad de relanzar la mermada economía comarcal, reivindicación que fue perdiendo peso con el paso de los años -no obstante, su sucesor en la alcaldía, el socialista Pablo Tello, llegó incluso a solicitar la separación de la comunidad sur-castellana-. Estos años coinciden con los cambios político-sociales de la Transición en España, que tuvo su repercusión a nivel local en la creación de los partidos políticos, movimientos sindicales y asociaciones vecinales y otras de muy diversa índole.
Luis Antonio González Madrid fue el siguiente mandatario talaverano, elegido por el partido centrista CDS, cuya contribución fue decisiva para impulsar la cooperación del ayuntamiento con las asociaciones de vecinos en los asuntos municipales.
En 1989 volvió al gobierno el PSOE de la mano de Javier Corrochano, sucedido en el cargo por el también socialista Isidro Flores. Fueron los años del movimiento social NOSOTROS TALAVERA, creado con el objetivo de luchar contra la marginación de la comarca talaverana en las instituciones castellanomanchegas, tras la decisión del gobierno regional de trasladar la sede de la UNED a Toledo. Este movimiento, tras la exitosa huelga general y manifestación del 27 de febrero de 1992, consiguió que el entonces presidente José Bono firmara el conocido como «Documento Bono», en el que se incluían históricas reivindicaciones de los talaveranos como la creación de una universidad, mejoras en el abastecimiento de agua y creación de cinturones industriales, mejoras que en parte quedaron sobre el papel o no fueron resueltas como se demandaba —en 1994 la Universidad de Castilla-La Mancha abrió un campus residual dependiente del de Toledo, sin edificio propio y con solo 3 diplomaturas—.
Tras un gobierno del PP presidido por Florentino Carriches que tuvo como mayor logró el afianzamiento del campus universitario y una política de infraestructuras, promoción de industria y medio ambiente, en 1999 el Partido Socialista volvió al poder de la mano de José Francisco Rivas.
Rivas se mantuvo como primer edil hasta las elecciones municipales de 2011, que dieron la victoria al Partido Popular, siendo Gonzalo Lago el alcalde de Talavera hasta su fallecimiento en 2014 y posteriormente el también popular Jaime Ramos, perdiendo la mayoría absoluta y estando en minoría. En las elecciones municipales de 2019 el PSOE consiguió 14 concejales, superando la mayoría absoluta y obteniendo la alcaldía Tita García Élez.
Talavera es desde hace varias décadas la segunda ciudad más poblada de la provincia, cuarta de la comunidad autónoma.
Su voluntad se centra hoy en reforzar su intensa actividad comercial, con un moderno pabellón de ferias y eventos (Talavera Ferial), centros comerciales y turismo. El proyecto más añorado es, sin embargo, la línea de tren de Alta Velocidad Madrid-Lisboa, prevista en un principio para el año 2008, pero que ha sido retrasado sucesivamente por el Gobierno central al año 2010, 2012, 2015, 2020 y actualmente a 2030. Se prevé de igual manera la creación de un nodo logístico dentro del eje atlántico y dependiente del Puerto de Sines en Portugal. Actualmente la ciudad se está transformando en un importante polo tecnológico con la instalación de numerosas multinacionales del ámbito de la tecnología. META, empresa matriz de Facebook ha anunciado que su nuevo centro de datos se ubicará en el Polígono de Torrehierro, empezando su construcción en 2025.
Talavera de la Reina se encuentra en la provincia de Toledo, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. La ciudad está situada en la margen derecha del río Tajo, a unos 4 km al oeste de la desembocadura del río Alberche.
La altitud de Talavera de la Reina es de aproximadamente 371 metros sobre el nivel del mar. El término municipal abarca una superficie de 185,83 km² y limita con varios municipios, incluyendo Mejorada, Segurilla, Pepino, Cazalegas, Lucillos, Montearagón, La Pueblanueva, Las Herencias, Calera y Chozas, y Velada.
El paisaje de Talavera es característico de la cuenca del Tajo, con dehesas de encinas y alcornoques, compartiendo características con las tierras extremeñas cercanas.
La ciudad del Tajo pertenece a la región de clima mediterráneo continentalizado, con inviernos templados y veranos extremadamente calurosos, pero debido a las condiciones edáficas e hidrológicas en su ribera es sustituido por una humedad permanente y anualmente oscilante, favorecida por la capa freática próxima a la superficie del suelo y el contacto directo con la superficie de las aguas, lo que propicia la existencia de los denominados bosques de ribera, bosques galería o sotos —especialmente protegidos en el artículo 10 de la Ley de Conservación de Suelos y Protección de Cubiertas Vegetales Naturales, de 31 de mayo de 1988, de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha— localizados dentro del piso bioclimático mesomediterráneo, de tipo caducifolio y anexos a las vías de drenaje, que se caracterizan por albergar una flora y fauna propia, diferente a la limítrofe, donde la vegetación potencial pertenece a un encinar de la provincia biogeográfica lusoextremadurense, sector toledano-tagano. De acuerdo a los valores tabulados a continuación y a los criterios de clasificación climática de Köppen modificada, el clima de Talavera se cataloga como mediterráneo de tipo Csa (templado con verano cálido y seco). Los inviernos son templados con frecuentes bancos de niebla.
La economía de Talavera de la Reina ha experimentado diversos cambios a lo largo de los años. Tradicionalmente, la ciudad ha sido conocida por su industria cerámica, que sigue siendo un pilar importante de su economía. Sin embargo, en los últimos años, Talavera ha enfrentado desafíos económicos significativos, incluyendo una alta tasa de desempleo.
En términos de renta, la renta bruta media en Talavera de la Reina se situó en 23.138 euros en 2019. Además, la ciudad ha recibido inversiones importantes para mejorar su infraestructura y servicios. Por ejemplo, los Presupuestos de Castilla-La Mancha para 2024 incluyen una inversión de 6,5 millones de euros para la ciudad.
La actividad empresarial también es un componente clave de la economía local, con un enfoque en la innovación y el desarrollo cooperativo. A pesar de los desafíos, hay esfuerzos continuos para revitalizar la economía y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Talavera de la Reina, en la provincia de Toledo, es una ciudad rica en historia y cultura. Aquí tienes algunos de los monumentos más destacados que puedes visitar:
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Basílica de Nuestra Señora del Prado: Conocida como la “Capilla Sixtina de la cerámica”, esta basílica combina estilos renacentista y barroco y es un importante centro religioso y turístico.
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Murallas de Talavera y Torres Albarranas: Estas murallas medievales y sus torres defensivas son un testimonio del pasado histórico de la ciudad.
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Colegiata de Santa María la Mayor: Este impresionante edificio de estilo gótico-mudéjar fue construido entre los siglos XIV y XV y es conocido por su claustro gótico y su rosetón en la fachada.
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Plaza del Pan: También conocida como Plaza de Santa María, es uno de los espacios urbanos más antiguos de la ciudad y ha sido el centro de la actividad administrativa y comercial desde el siglo XVI.
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Puentes de Talavera: La ciudad cuenta con varios puentes históricos que cruzan el río Tajo, destacando el Puente Romano y el Puente de Hierro.
- Museo de Cerámica Ruiz de Luna: Este museo alberga una impresionante colección de cerámica, una de las artes más representativas de Talavera.
Talavera de la Reina es una ciudad con una rica herencia cultural, conocida especialmente por su cerámica. Aquí tienes algunos aspectos destacados de su cultura:
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Cerámica de Talavera: Talavera es famosa por su cerámica, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. La cerámica de Talavera se caracteriza por sus colores vibrantes y diseños detallados, y es una parte integral de la identidad cultural de la ciudad.
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Teatro Palenque: Este teatro es un importante centro cultural en Talavera, ofreciendo una variada programación que incluye teatro, danza, música y espectáculos familiares. Es un lugar ideal para disfrutar de las artes escénicas en un ambiente acogedor.
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Conjunto Histórico: La ciudad cuenta con un rico patrimonio histórico que incluye restos arqueológicos de época prerromana y romana, así como estructuras medievales y renacentistas. Este conjunto histórico refleja la evolución de Talavera a lo largo de los siglos.
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Festividades y Tradiciones: Talavera celebra numerosas festividades a lo largo del año, como las Ferias de San Isidro y la Semana Santa, que son eventos importantes en la vida cultural de la ciudad.
- Museos y Exposiciones: Además del Museo de Cerámica Ruiz de Luna, Talavera cuenta con varios espacios culturales y museos que albergan exposiciones de arte y patrimonio local.
Talavera de la Reina celebra varias festividades a lo largo del año, cada una con su propio encanto y tradiciones. Aquí tienes algunas de las más destacadas:
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Ferias de San Isidro: Celebradas en mayo, estas ferias incluyen desfiles de carrozas, conciertos, y una gran variedad de actividades recreativas y culturales.
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Ferias de San Mateo: Tienen lugar en septiembre y son conocidas por sus atracciones, casetas de comida y eventos musicales.
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Mondás: Esta fiesta, que se celebra en abril, tiene raíces antiguas y es una de las más tradicionales de Talavera. Incluye un gran desfile y diversas actividades culturales.
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Semana Santa: Las procesiones de Semana Santa en Talavera son muy populares y atraen a muchos visitantes. Es una celebración religiosa con profundas raíces en la comunidad.
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Fiestas de la Virgen del Prado: Celebradas el 8 de septiembre, estas fiestas honran a la patrona de la ciudad con eventos religiosos y festivos.
- Navidad y Reyes: Durante diciembre y enero, Talavera se llena de luces y actividades navideñas, incluyendo un mercado de Navidad y la tradicional cabalgata de Reyes.
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Talavera es un lugar de gran belleza y con mucha historia, el único pero es que no está conservada como se debería, pero parece que en los últimos años se están haciendo esfuerzos por atraer al turismo. En cualquier caso, merece la pena dar un paseo por su casco histórico y visitar los jardines del prado y la basílica.
El puente romano es una maravilla de ingeniería, su diseño y fortaleza han permitido su permanencia en el tiempo. El casco antiguo se ha conservado en gran parte y se recomienda visitar el museo de la cerámica.
Un paseo muy agradable en un entorno histórico del cual queda mucho por recuperar.
Una pena las políticas pasadas que no nos permite disfrutar como deberíamos a día de hoy de una de las ciudades con más historia de nuestro país. Pasea la ciudad, descubre la muralla intermitente y una historia en cada rincón.