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100 g de azúcar
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5 o 6 tiras de piel de naranja (sin nada de parte blanca)
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135 g de leche (y algo más para pincelar)
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80 g de nata para montar (con 35% m.g.)
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15 g de levadura prensada fresca
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400 g de harina de fuerza (y un poco más para espolvorear sobre la superficie de trabajo)
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40 g de mantequilla a temperatura ambiente, en trozos (y un poquito más para engrasar el bol)
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5 g de agua de azahar
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1 pellizco de sal
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100 g de pepitas de chocolate negro
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25 g de mantequilla
- 2 o 3 cucharadas de azúcar
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Pon en el vaso de la Thermomix el azúcar y la piel de naranja. Programa 15 segundos, a velocidad 10. Con la espátula, baja el azúcar hacia el fondo del vaso. Si ves que la piel de naranja no está bien triturada, repite este proceso las veces que sea necesario.
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Agrega la leche, la nata y la levadura desmenuzada. Programa 2 minutos, temperatura 37º y velocidad 2.
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Añade la harina de fuerza, la mantequilla en trozos (tiene que estar blanda), el agua de azahar y la sal. Programa 10 minutos, función amasado.
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Engrasa un bol grande con un poco de mantequilla o de aceite y vierte la masa que tienes en el vaso e incorpora las pepitas de chocolate. Con las manos amasa ligeramente la masa para incorporar las pepitas (no amasar demasiado porque el chocolate se puede fundir). Cubre el bol con film transparente y deja que repose en un lugar cálido, libre de corrientes de aire, hasta que la masa haya doblado su volumen (aprox. 1 hora o 1 hora y media).
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Espolvorea un poco de harina sobre la superficie de trabajo, vuelca la masa y la desgasificas amasando ligeramente con las manos.
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Retira ¼ parte de la masa (o un poco más) y con el resto forma una bola que colocarás en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. La pincelas con un poco de leche.
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Divide el trozo de masa que has separado en 3 partes iguales. Con 2 de esas partes forma 2 cilindros y con la tercera parte, forma una bolita que reservarás.
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Con los dedos índice, corazón y anular, mueve cada uno de los 2 cilindros para que donde estén los dedos quede un cilindro mucho más fino y así, les darás forma de huesos. Los colocas cruzados sobre la bola grande que tienes en la bandeja, de modo que en la parte superior queden las partes finas de los cilindros. Encima de éstas colocas la bola pequeña que tienes reservada. Pincela las tiras cruzadas y la bola con un poco de leche.
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Deja que repose en un lugar cálido, libre de corrientes de aire (por ejemplo: dentro del horno apagado), hasta que haya doblado su volumen.
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Cuando haya levado, retiras la bandeja del horno y precalienta el horno a 180º.
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Hornea durante 35 minutos, a 180º. Pasados los primeros 20 o 25 minutos, si ves que la parte superior se tuesta demasiado, la cubres con papel de aluminio.
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Retira el pan del horno.
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En un bol pon la mantequilla y la calientas durante unos segundos en el microondas hasta que se funda.
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Pincela el pan con la mantequilla fundida y espolvorea azúcar por encima.
- Deja que enfríe sobre una rejilla y sirves.
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